jueves, 16 de julio de 2009

Las Cuatro Caidas De Satanas (Parte 2)

¿Qué hizo Satanás después de ser arrojado del cielo?

“El gobierno de Dios no incluía sólo a los habitantes del cielo sino también a los de todos los mundos que él había creado; y Satanás pensó que si podía arrastrar a los ángeles del cielo en su rebeldía, podría también arrastrar a los habitantes de los demás mundos (Conflicto de los Siglos Pág., 101).

Después que Satanás y los que cayeron con él fueron echados del cielo, y él se dio cuenta de que había perdido para siempre toda la pureza y gloria de aquel lugar,...
Cuando Satanás se dio plena cuenta de que no había posibilidad de que regresase al favor de Dios, su malicia y su odio comenzaron a manifestarse. Consultó a sus ángeles, y trazó un plan para seguir obrando contra el gobierno de Dios. Cuando Adán y Eva fueron puestos en el hermoso huerto, Satanás estaba haciendo planes para destruirlos.
(Primeros Escritos Pág. 146).

A la tierra:
El conflicto en el cielo comenzó debido a los planes para la creación del hombre (ver 3SG 36). Cuando la tierra fue creada y entregada a Adán, Satanás se esforzó para hacer que cayera el hombre que acababa de ser creado. Cuando consiguió que Adán y Eva cayeran, reclamó la posesión de la tierra (ver com. Mat. 4: 8-9); pero no limitó sus esfuerzos a esta tierra sino que también tentó a los habitantes de otros mundos (ver PE 290). Comentario Biblico tomo 7 pag. 825.

Adán y Eva tentados.

Seguramente lucifer o Satanás se dirigió a Eva con mucha amabilidad y dulzura diciéndole:

1- ......... ¿Así que Dios os dijo que no comáis de ningún árbol del huerto?
2- La mujer respondió a la serpiente: "Del fruto de los árboles del huerto podemos comer,
3- "pero del fruto del árbol que está en medio del huerto Dios dijo: 'No comáis de él, ni lo toquéis, para que no muráis' ".
4-
Entonces la serpiente replicó a la mujer: "No es cierto. No moriréis.
5- "Sino que Dios sabe que el día que comáis de él serán abiertos vuestros ojos, y seréis
como Dios, conocedores del bien y del mal".
6- Cuando la mujer vio que el árbol era bueno para comer, agradable a los ojos y codiciable
   para alcanzar sabiduría, tomó de su fruto y comió. Y también dio a su esposo, que comió igual    que ella.
7- Entonces se abrieron sus ojos, y al darse cuenta que estaban desnudos, cosieron hojas de higuera y se las ciñeron. (Génesis 3: 1-7)

Cuando nuestros primeros padres cayeron en la desobediencia, Dios se hizo cargo de pagar la desobediencia del hombre. Allí mismo les rebelo el plan de salvación y les dijo:  
"Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú te herirás en el calcañal". (Gén. 3: 15)

 Los ángeles celestiales explicaron más completamente a nuestros primeros padres el plan que había sido concebido para su redención. Se les aseguró a Adán y a su compañera que a pesar de su gran pecado, no se los abandonaría a merced de Satanás. El Hijo de Dios había ofrecido expiar, con su propia vida, la trasgresión de ellos. Se les otorgaría un tiempo de gracia, y mediante el arrepentimiento y la fe en Cristo, podrían llegar a ser de nuevo hijos de Dios. (Cristo en el santuario p. 25).

Jesús rebela el plan de salvación a los ángeles.

"El único plan que podía asegurar la salvación del hombre afectaba a todo el cielo en su infinito sacrificio. Los ángeles no podían regocijarse mientras Cristo les explicaba el plan de redención, pues veían que la salvación del hombre iba a costar indecible angustia a su amado jefe. Llenos de asombro y pesar, le escucharon cuando les dijo que debería bajar de la pureza, paz, gozo, gloria y vida inmortal del cielo, a la degradación de la tierra, para soportar dolor, vergüenza y muerte. . . . Los ángeles se postraron de hinojos ante su soberano y se ofrecieron ellos mismos a sacrificarse por el hombre. Pero la vida de un ángel no podía satisfacer la deuda; solamente Aquel que había creado al hombre tenía poder para redimirlo. No obstante, los ángeles iban a tener una parte que desempeñar en el plan de redención. . . . Los ángeles habían de ser espíritus auxiliadores, enviados para ayudar a los que fuesen herederos de la salvación. Guardarían a los súbditos de la gracia del poder de los malos ángeles y de las tinieblas que Satanás esparciría constantemente alrededor de ellos.". (Patriarcas y Profetas p.49, 50)

En otras palabras, los ángeles iban a tener una parte que desempeñar en esta gran batalla que se iba enfrentar Jesús en este mundo. 
La batalla más grande que se ha tenido este mundo fue la que Jesús enfrentó contra Satanás. La batalla del bien y del mal.
Dice la cita: “Y hubo una gran batalla en el cielo. Miguel y sus ángeles combatieron al dragón, y el dragón y sus ángeles combatieron;” Apoc. 12: 7.

En otras palabras, esta batalla que comenzó en el cielo, continuo en la tierra.
Cuando Jesús dijo: "Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado."Mat 3:2  
Quiso decir: El reino de los cielos esta entre vosotros.
Cristo representa el reino de los cielos en la tierra.

“Cuando Jesús nació, Satanás tembló”.

Al nacer Jesús, Satanás supo que había venido un Ser comisionado divinamente para disputarle su dominio. Tembló al oír el mensaje del ángel que atestiguaba la autoridad del Rey recién nacido. Satanás conocía muy bien la posición que Cristo había ocupado en el cielo como amado del Padre. El hecho de que el Hijo de Dios viniese a esta tierra como hombre le llenaba de asombro y aprensión. No podía sondear el misterio de este gran sacrificio. Su alma egoísta no podía comprender tal amor por la familia engañada. La gloria y la paz del cielo y el gozo de la comunión con Dios, eran débilmente comprendidos por los hombres; pero eran bien conocidos para Lucifer, el querubín cubridor. Puesto que había perdido el cielo, estaba resuelto a vengarse haciendo participar a otros de su caída. Esto lo lograría induciéndolos a menospreciar las cosas celestiales, y poner sus afectos en las terrenales. (Deseado p. 90).

Jesús vino a enfrentar la batalla más grande en la historia de este mundo. Vino a disputar el dominio a Satanás.
En esta batalla Jesús no utilizó ningún tipo de armas como las que utiliza el hombre en las batalla. Solo utilizó la espada de dos filos que es la Palabra de Dios.  
En el libro de San Mateo 4: 1-7, pueden leer los tres ataques que Satanás se lanza contra Jesús para tentarlo y hacerlo caer. Pero Jesús utilizó la espada de dos filos que es la Palabra de Dios para vencerlo y lo venció.  

En cierta ocasión Jesús dijo:

Ahora es el juicio de este mundo. Ahora será echado fuera el príncipe de este mundo. Juan 12: 31.Cuando Satanás hizo caer al hombre en pecado se considero el príncipe de este mundo. 
Siempre afirmaba que los mandamientos de Dios, que son el trasunto de su carácter, nadie podía guardarlos. Jesús vino como hombre sin pecado a desenmascarar a Satanás, mostrar a los mundos no caídos y al hombre que había caído, que si podemos guardar sus mandamientos a través de él.  
Cristo vino hacer juicio en este mundo, y en el momento indicado Satanás será echado fuera, en otras palabras, cuando dijo: “Ahora será echado fuera el príncipe de este mundo”(como príncipe) se refería en el momento de su muerte en la cruz. Cristo lo venció con su muerte en la cruz y se hizo príncipe de este mundo. Lo echo fuera como príncipe con su muerte en la cruz.

¿Cuándo ocurrió esto?

Cuando Jesús ascendió a los cielos como príncipe de este mundo, Satanás fue echado del cielo. 

Veamos como ascendió Jesús a los cielos.


“Levantad, oh puertas, vuestras cabezas! Levantaos, oh puertas eternas, y entrará el Rey de gloria. ¿Quién es este Rey de gloria? ¡Jehová, el fuerte y poderoso! ¡Jehová, el poderoso en la batalla! ¡Levantad, oh puertas, vuestras cabezas! Levantaos, oh puertas eternas, y entrará el Rey de gloria. ¿Quién es este Rey de gloria? ¡Jehová de los Ejércitos! ¡El es el Rey de gloria!” (Salmo 24: 7- 10).

Cristo vino a la tierra como Dios revestido de humanidad. Ascendió a los cielos como el Rey de los santos. Su ascensión fue digna de su elevado carácter. Fue como quien es poderoso en batalla, un vencedor, que llevó cautiva a la cautividad. Fue escoltado por la hueste celestial, entre exclamaciones y aclamaciones de alabanza y cánticos celestiales... Todo el cielo se unió en su recepción. (Manuscrito 134, 1897) (A fin de conocerle 74).

Allí está el trono, y en derredor el arco iris de la promesa. Allí están los querubines y los serafines. Los comandantes de las huestes angélicas, los hijos de Dios, los representantes de los mundos que nunca cayeron, están congregados. El concilio celestial delante del cual Lucifer había acusado a Dios y a su Hijo, los representantes de aquellos reinos sin pecado, sobre los cuales Satanás pensaba establecer su dominio, todos están allí para dar la bienvenida al Redentor. Sienten impaciencia por celebrar su triunfo y glorificar a su Rey. (Deseado de todas las gentes Pág. 708)

Oí, de parte de los ángeles y de los santos redimidos, exclamaciones de triunfo que resonaban como diez mil instrumentos músicos, porque ya no se verían ellos molestados ni tentados por Satanás, y porque los habitantes de otros mundos quedaban libres de él y de sus tentaciones. (Primeros Escritos Pág. 290)

Dios le permitió a Satanás desarrollar su carácter, para que pudiera presentarse ante el universo del cielo, ante los mundos no caídos, y ante el mundo caído, con sus verdaderos atributos, como un engañador, el acusador de los hermanos, un asesino de corazón. (Testimonios para los Ministros Pág. 418).

¿Qué mas hacia el tentedor?

“Porque ha sido arrojado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios. U. P. (Apoc. 12:10)

Era un acusador en el cielo. Veamos:

“Aconteció cierto día que vinieron los hijos de Dios (representantes de otros mundos) para presentarse ante Jehová, y entre ellos vino también Satanás. Y Jehová preguntó a Satanás: ¿De dónde vienes? Satanás respondió a Jehová diciendo: De recorrer la tierra y de andar por ella. Y Jehová preguntó a Satanás: ¿No te has fijado en mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra: un hombre íntegro y recto, temeroso de Dios y apartado del mal? Y Satanás respondió a Jehová diciendo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde? ¿Acaso no le has protegido a él, a su familia y a todo lo que tiene? El trabajo de sus manos has bendecido, y sus posesiones se han aumentado en la tierra. Pero extiende, por favor, tu mano y toca todo lo que tiene, ¡y verás si no te maldice en tu misma cara!
(Job 1:6-11).

La primera caída de Satanás fue cuando fue echado del cielo al abismo oscuro. 
Yo imagino ese abismo oscuro que es el espacio vacío y oscuro que esta entre los mundos creados.

Continuará...







 








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