miércoles, 22 de julio de 2009

Las Cuatro Caidas De Satanás (Parte 3)

Segunda caída de Satanás.
“Y fue hecha una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles pelearon contra el dragón. Y el dragón y sus ángeles pelearon, pero no prevalecieron, ni fue hallado más el lugar de ellos en el cielo. Y fue arrojado el gran dragón, la serpiente antigua que se llama diablo y Satanás, el cual engaña a todo el mundo. Fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados junto con él. (Versos 7-9).
Es importante analizar estas citas antes de continuar:
Juan esta mencionando a una serpiente antigua que engaña a todo el mundo. Antigua porque en el momento que fue echado del cielo a la tierra tenia cuatro mil años de viejo engañando al mundo.  
Y fue arrojado a la tierra con sus ángeles porque este fue el único lugar donde logro engañar al hombre y establecer su reino. 
Cuando Lucifer fue echado del cielo no era una serpiente antigua, estaba comenzando hacer sus planes, y tampoco engañaba al mundo. Todavía el hombre no había sido creado. Así que no podemos aplicar esta cita como muchos la aplican de que Satanás fue echado a la tierra en el momento en que este se revelo contra Dios en los en los cielos.
Esta es la segunda vez que Satanás es echado fuera pero ocurrió en el momento en que Jesús ascendió a los cielos, veamos las siguientes citas.  

Oí una gran voz en el cielo que decía: "¡Ahora ha llegado la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo! Porque ha sido arrojado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios. Por esto, alegraos, oh cielos, y los que habitáis en ellos. ¡Ay de la tierra y del mar! Porque el diablo ha descendido a vosotros y tiene grande ira, sabiendo que le queda poco tiempo."
Y cuando el dragón vio que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón. Entonces el dragón se enfureció contra la mujer, y se fue para hace
r guerra contra los demás descendientes de ella, quienes guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo”. (Apoc. 12: 7 - 17)
Analicemos Apocalipsis 12: 7-12, 
según el Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día
 (Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día Tomo 7 Pág. 824 - 827) 
Versículo 7

Batalla en el cielo.

Juan presenta ahora brevemente la historia del gran conflicto que hubo en el cielo entre Satanás y Cristo, desde su origen hasta el momento en que Cristo triunfó en la cruz (Apoc. 12: 7-9 cf. Col. 2: 14-15), cuando Satanás fue arrojado definitivamente del cielo a la tierra (Apoc. 12: 10-12), y el desarrollo de ese conflicto en la tierra hasta el tiempo del fin (Apoc. 12: 13-16; ver com. Dan. 11: 35). Esta breve reseña queda como trasfondo de la extensa descripción del desarrollo del conflicto durante el tiempo del fin, por medio del cual esa lucha finalmente termina con éxito (Apoc. 12: 17 a 20: 15).
En el cap. 12:9-11 Juan habla más particularmente de la fase del conflicto librado en el cielo en relación con la muerte de Cristo en la cruz. En cuanto a la evidencia del contexto que apoya esta conclusión, ver com. vers. 9.
Aunque el revelador enfoca primordialmente su atención sobre el punto culminante del conflicto, que tuvo lugar en la cruz, la frase "hubo una gran batalla en el cielo" también puede entenderse como que se refiere al tiempo anterior a la creación de la tierra, cuando la hostilidad del dragón comenzó porque Lucifer aspiraba a ser semejante a Dios (ver com. Isa. 14: 13-14; Eze. 28: 12-16). En ese tiempo Satanás fue expulsado del cielo junto con los ángeles que simpatizaban con él (ver 2 Ped. 2:4; Jud. 6). Los ángeles leales no entendieron plenamente entonces todas las consecuencias que estaban implicadas; pero cuando Satanás vilmente derramó la sangre de Cristo, quedó completa y eternamente desenmascarado delante del mundo celestial. Desde ese momento sus actividades fueron aún más restringidas (ver DTG 709). 
Miguel.

Gr. Mija'l, una transliteración del Heb. mika'el, que significa "¿quién semejante a Dios?" Miguel es mencionado como "uno de los principales príncipes" (Dan. 10: 13), como "el gran príncipe" (Dan. 12: 1), y también como "el arcángel" (Jud. 9). La literatura judía describía a Miguel como el más encumbrado de los ángeles, el verdadero representante de Dios, y lo identificaba como el ángel de Jehová (ver Talmud Yoma 37a; Midrash Rabbah, com. Gén. 18:3; Exo. 3:2). Según el Midrash Rabbah, (com. Exo. 12:29), Miguel fue el ángel que vindicó a Israel contra las acusaciones de Satanás. Un examen cuidadoso de las referencias bíblicas a Miguel permite concluir que no es otro sino nuestro bendito Señor y Salvador Jesucristo (ver com. Dan. 10: 13; cf. com. Jud. 9).
Sus ángeles. 
Es decir, los ángeles leales, los "espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación" (Heb. 1: 14).
Dragón.
Ver com. vers. 3.

Sus ángeles. 
Es decir, los ángeles que apoyaron a Satanás en su guerra contra Cristo (ver com. vers. 4).
verso 8

No prevalecieron. 
Como la frase "batalla en el cielo" (vers. 7) puede tener una doble aplicación cuando se describe tanto el conflicto inicial en el cielo entre Lucifer y Dios como el que comenzó en la tierra entre Satanás y el Cristo encarnado, las palabras "no prevalecieron" pueden aplicarse apropiadamente a ambas etapas del conflicto, pues Satanás no tuvo éxito en ninguna de las dos.

Ya lugar.
Estas palabras pueden entenderse como una referencia al lugar que una vez poseyeron u ocuparon, o se les había asignado. Lucifer fue una vez el querubín "protector" (ver com. Eze. 28: 14), y los ángeles que se unieron con él en la rebelión ejercían diversas funciones de responsabilidad. Lucifer y sus ángeles perdieron esas funciones cuando fueron arrojados del cielo.
verso 9

Fue lanzado fuera.


Satanás y sus ángeles fueron expulsados del cielo en las edades pasadas (2 Ped. 2: 4), antes de la creación de este mundo (PP 14-23; cf. PE 145-146; CS 552-554; 3SG 36, 39; 1SP 17-33). Sin embargo, parece que hasta el momento del drama de la cruz podía llegar hasta los seres celestiales, y en un grado limitado, posiblemente como "príncipe de este mundo" (Juan 12:31; Luc. 4:6), pero no como habitante del cielo, podía entrar en los recintos celestiales (DTG 709; cf. HR 26-27; ver com. "en tierra"). Esta puede ser, sin embargo, la expulsión definitiva que ocurrió en la cruz, como lo declaró nuestro Señor (Juan 12:31-32; cf. PP 54-57; DTG 455, 633,706). Es evidente por el contexto (vers. 10-13) 825 que Juan se está refiriendo más específicamente a los sucesos relacionados con el triunfo de Cristo en la cruz. Pueden notarse los siguientes puntos:

1. La proclamación que hace una "gran voz en el cielo" (vers. 10-12) es más o menos un paréntesis, cuyo propósito es explicar el significado de la expulsión de Satanás (vers. 9), en primer lugar a los habitantes del cielo, y luego a los de esta tierra. Después de este paréntesis explicatorio, el vers. 13 continúa la narración de las actividades de Satanás a partir del lugar donde había quedado en el vers. 9. Por consiguiente, los vers. 10-12 constituyen, principalmente, una declaración relativa al estado del plan de salvación en el momento en que Satanás fue "arrojado a la tierra".
2. La primera declaración de la "gran voz" consiste en una serie de hechos relacionados con el triunfo de Cristo en la cruz sobre Satanás: se aseguró el plan de la "salvación", se dio "poder" para resistir los engaños de Satanás, se aseguró el "reino" de Cristo y fue confirmado su "poder" literalmente "autoridad" de ser el Salvador del hombre, el sumo sacerdote y rey (Mat. 28:18; CS 558).
3. La razón que se da en Apoc. 12: 10 para esta cuádruple victoria es muy especifica: que "ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos", lo cual relaciona claramente lo que se ha hecho con la expulsión del vers. 9.
4. En el tiempo de la expulsión de los vers. 9-10, 13, "el acusador de nuestros hermanos" ya los había estado acusando activamente "delante de nuestro Dios día y noche". Es obvio que esta caída ocurrió después de que Satanás había estado acusando durante cierto tiempo a "los hermanos"; por lo tanto, según parece ésta no puede ser la expulsión original de Satanás, la cual fue, por supuesto, antes de la creación de la tierra y de Adán y Eva.
5. El vers. 11 declara específicamente que fue "la Sangre del Cordero" -la muerte de Cristo en la cruz- la que había hecho posible la victoria sobre "el acusador de nuestros hermanos".
El gran dragón.
Ver com. vers. 3.

Serpiente.
Una referencia a la serpiente que engañó a Eva (Gén. 3: 1).

Antigua. 
Gr. arjáios, "antiguo", "viejo", de arj', "principio". "Arcaico" deriva de arjáios. Cf. Juan 8: 44.

Diablo.
Gr.Diábolos, "calumniador" (ver com. Mat. 4: 1).

Satanás.
Gr. Satanás, transliteración del Heb. Sátan, que significa "adversario"
(ver com. Zac. 3: 1).

Engaña.
Gr. PlanáÇ, "hacer errar", "descarriar". "engañar" (ver com. Mat. 18: 12).

Mundo. 
Gr. oikoumén' "el mundo habitado", de oikéÇ, "morar" (ver com. Mat. 4: 8).

A la tierra. 
El conflicto en el cielo comenzó debido a los planes para la creación del hombre (ver 3SG 36). Cuando la tierra fue creada y entregada a Adán, Satanás se esforzó para hacer que cayera el hombre que acababa de ser creado. Cuando consiguió que Adán y Eva cayeran, reclamó la posesión de la tierra (ver com. Mat. 4: 8-9); pero lo limitó sus esfuerzos a esta tierra sino que también tentó a los habitantes de otros mundos (ver PE 290). No será sino hasta la segunda venida de Cristo cuando Satanás será completamente confinado a esta tierra durante mil años
(ver com. Apoc. 20: 3; cf. PE 290, DTG 455).
verso 10

Una gran voz. 
Hay gran regocijo en las cortes celestiales por la expulsión de Satanás y de su hueste.

Ahora ha venido.
El punto crucial de la historia es la cruz
(ver com. vers. 7, 9). Los habitantes del cielo bien podían regocijarse porque ahora estaba asegurada la destrucción de Satanás. Ya antes había sido así en el plan de Dios, pero ahora los seres celestiales se unían al canto porque habían visto revelada en el Calvario la malignidad de Satanás contra Cristo.

Salvación.
Gr. sÇt'ría, "liberación", "salvación"; aquí posiblemente "victoria".

Poder.
Gr. dúnamis, "poder", "fuerza". Sin duda se hace referencia a la manifestación de poder que produjo la caída del dragón.

Reino.
Satanás había pretendido que él era el gobernante legítimo de este mundo; pero cuando no pudo conseguir que pecara el Hijo de Dios, quedó asegurado el reino de Cristo.

Su Cristo. 
O "su Ungido". Cristo significa "ungido" (ver com. Mat. 1: 1).

El acusador.
Satanás era el acusador de los hermanos en los días del AT (Job 1: 8-12; Zac. 3:1), y ha continuado desempeñando este papel después de la cruz, pero en escala limitada (ver com. Juan 12:31; cf. DTG 709). Los escritos rabínicos frecuentemente presentan a Satanás como el gran acusador (ver Talmud Sanhedrin 89b; Midrash Rabbah, com. Exo. 32: 2).

Hermanos.
Cf cap. 6: 11.

Día y noche.
O siempre que se presentaba la oportunidad.
verso 11

Ellos le han vencido.
La mente del profeta está absorta en la contemplación de los que han sido acusados por el instigador del mal. Piensa en cuánto han sufrido y en las indignidades a las cuales han sido expuestos. Recuerda cómo vencieron a pesar de las dificultades, no por su propia fuerza sino "por medio de la sangre del Cordero".

Por medio de la sangre.
O "en virtud de la sangre", "debido a la sangre". Los santos vencieron a causa de la victoria del Calvario. En cuanto al significado de la "sangre", (ver com. Apoc. 1: 5; cf. com. Rom. 5: 9).

Cordero.
Ver com. Juan 1: 29.

De la palabra. 
"A causa de la palabra", o "debido a la palabra".

Del testimonio.
Es decir, su testimonio personal respecto a Jesús y el Evangelio.
Menospreciaron sus vidas. ¡Qué fidelidad! Preferían morir antes que desobedecer a Dios. (Ver com. Juan 12: 25).
verso 12

Alegraos, cielos.
Había regocijo en el cielo porque los ángeles y los habitantes de otros mundos sabían que Satanás estaba condenado por la victoria de Cristo en el Calvario.

¡Ay!
Para la iglesia aún habría persecución, por eso sus miembros no podían regocijarse todavía.

Gran ira. 
El diablo está airado por su derrota. En vez de sentir remordimiento y pesar por el mal, se sumerge cada vez más profundamente en la iniquidad; sigue adelante con una malignidad intensificada y renovada en sus esfuerzos por perseguir a la iglesia del Dios viviente. (Cf. 1 Ped. 5: 8)

Poco.
Gr. olígos, "poco", "pequeño", "escaso", cuando se refiere a un número, cantidad o tamaño; "corto", cuando se refiere a tiempo. Olígos es un término relativo; describe aquello a que se refiere según el sentido del contexto. Olígos se usa para referirse a "unos pocos pececillos" en el relato de la alimentación de los 4.000, en comparación con la cantidad que habría sido necesaria para alimentar a esa multitud (Mat. 15: 34). El número de los que hallan el camino de la vida son "pocos" (olídos), comparado con el número de los que escogen el camino de la destrucción (Mat. 7: 14). Jesús puso sus manos sobre "pocos" (olídos) enfermos, en comparación con el número de los que podrían haber sido sanados si no hubiera habido tanta incredulidad (Mar. 6: 5).
Olígos se usa ocho veces en el NT con referencia al tiempo. En cinco casos el tiempo está implícito en la palabra (Mar. 6: 31; Sant. 4: 14; 1 Ped. 1: 6; 5: 10; Apoc. 17: 10); en tres casos, el tiempo se expresa mediante una palabra modificada por olígos (Hech. 14: 28 dice literalmente "no poco tiempo"; Heb. 12: 10; Apoc. 12: 12). La duración del tiempo expresada por olígos depende de aquello con lo cual se compara; por ejemplo, el reposo descrito en Mar. 6: 31 que durará olígos, probablemente continuó sólo por pocos días, o a lo sumo pocas semanas. Pero en Sant. 4: 14 olígos describe la duración de la vida de un hombre. En Apoc. 12:1 2 olígos define el período desde la expulsión de Satanás cuando Cristo fue crucificado (ver com. "Fue lanzado fuera"), hasta el fin de la tiranía de Satanás sobre los habitantes de la tierra. Este período se describe como olígos en comparación con el lapso de más de 4.000 años que transcurrieron antes de la crucifixión.
Puede parecer que los 2.000 años que han transcurrido desde la crucifixión, durante los cuales Satanás ha estado trabajando activamente contra la iglesia, no es "poco tiempo", ya sea en sentido absoluto o cuando se compara con los 4.000 años que precedieron a la crucifixión; sin embargo, esta expresión debe entenderse dentro del contexto de todo el contenido del libro de Apocalipsis, que presenta la segunda venida de Cristo como cercana (ver com. cap. 1: 1; cf cap. 22: 20). Si Jesús viene "presto", entonces el tiempo que Satanás tiene para obrar es "poco".
Ver com. cap. 17: 10.

 (Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día Tomo 7 Pág. 824 - 827) 


Espero que la lectura tomada del Comentario Bíblico Adventista le haya sido de ayuda para entender mejor la posición de la segunda caída de Satanás.  
Continuará


























1 comentario:

  1. Esta lectura me ha ayudando a comprender aspectos que no entendía. Yo consideraba que Satanás si fue arrojado en un principio a la tierra y ahora comprendo que no fue así...Estaré esperando la conclusión...Gracias por compartir.

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