martes, 5 de agosto de 2014

El Gnosticismo Y Otros Grupos 
(Parte II)
El concepto gnóstico acerca de Jesús, variaba. Algunos enseñaban lo que acabamos de bosquejar. Otros declaraban que él no había tenido en absoluto cuerpo material, sino que era tan sólo una apariencia. Por lo tanto, éstos son conocidos como docetistas (Gr. dokéo, "parecer").
Algunos gnósticos enseñaban que mediante la obra de Cristo la materia sería liberada de la oscuridad; otros, que la materia sería vencida y desaparecería, y los espíritus de los hombres serían liberados para ser reabsorbidos dentro del buthós, o para convertirse en espíritus libres del mundo incorpóreo.
Había muchas formas de gnosticismo cristiano, presididas por sus correspondientes líderes. Cerinto fue un gnóstico contemporáneo del apóstol Juan, detestado, según se dice, por el apóstol. Los docetistas, contra quienes es evidente que escribió Juan, eran un serio problema para el verdadero cristianismo. Basílides, aunque posterior al apóstol Pablo, presentó una enseñanza similar a aquella contra la cual escribió el apóstol en su Epístola a los Colosenses. Taciano, el autor de la primera armonía de los Evangelios, fue un gnóstico del siglo II. Saturnino y Valentín fueron gnósticos que causaron dificultades en el siglo II, así como lo hicieron Manes (de aquí maniqueo) y Bardesanes en el siglo III. Orígenes combatió en algunos de sus escritos a un grupo gnóstico llamado de los ofitas. Alrededor del año 200 se podían identificar unas 65 formas diferentes de gnosticismo.
Los pensadores gnósticos usaban ampliamente las Escrituras, interpretándolas para que concordaran con sus teorías. Reunían tradiciones que habían surgido en la iglesia y las acomodaban para sus propósitos. Usaban sin trabas los escritos de otros autores gnósticos, y se valían de los escritos de cualquier pensador anterior que les parecieran útiles. Utilizaban los escritos judaicos especulativos de la época, además de valerse abiertamente de filosofías paganas contemporáneas y anteriores.
El pensamiento de los gnósticos causó un impacto sobre el cristianismo durante los años de la formación de la iglesia, y por esto influyó mucho en ella. Las especulaciones y distorsiones del gnosticismo estimularon al pensamiento cristiano a resistir la herejía e indujeron a sus pensadores a formular una teología cristiana. El Evangelio de Juan debe considerarse como uno de los primeros intentos de hacerlo, escrito quizá para combatir al gnosticismo incipiente. Pero Orígenes es el primer escritor cristiano que elaboró una teología bastante sistemática.
El gnosticismo estimuló también a la iglesia cristiana para que acelerara la formación de una organización que tuviera autoridad, para que se constituyera una jerarquía sacerdotal, y para que se llegara, en cierta medida, a un acuerdo en cuanto al canon bíblico. El énfasis que ponía en los espíritus del mundo invisible sin duda motivó a la iglesia cristiana a tomar ideas paganas acerca del estado consciente de los muertos. Es muy probable que la jerarquía de espíritus de los gnósticos sirviera para que la iglesia desarrollara su veneración por los santos. El gnosticismo indujo a la iglesia a practicar un método especulativo y sumamente alegórico de interpretación de la Biblia. Además, indujo al cristianismo a que abrazara la tradición como autoridad junto con las Escrituras. Por cuanto el gnosticismo se oponía al judaísmo, el contacto con él aceleró la formación del antijudaísmo en la iglesia cristiana.
Como la escuela de teología cristiana alejandrina, bajo el liderazgo de Clemente y Orígenes, usaba el término "gnóstico" para referirse a su forma de vida y pensamiento cristianos, destacando el conocimiento intuitivo de los asuntos divinos, se ha pensado que esos líderes y sus escuelas fueron gnósticos en el sentido de lo que acabamos de mencionar. Esto no es verdad. La escuela alejandrina fue una escuela especulativa y filosófica muy influida por el platonismo, y por lo tanto conocida más tarde como la escuela platónica del cristianismo. Pero los cristianos alejandrinos combatían a los gnósticos que eran muy dados a la especulación, rechazaban la teoría de las emanaciones y de las tinieblas vencedoras, e insistían en la personalidad de Dios el Padre, en la deidad de Jesucristo y, en gran medida, en la personalidad del Espíritu Santo. Identificaban al Jehová del Antiguo Testamento no como el demiurgo, sino como el Dios del Nuevo Testamento, y daban a las Escrituras un lugar de supremacía. La escuela alejandrina contribuyó a la formación de la apostasía de los siglos posteriores, pero no por la vía del gnosticismo extremista. 


Los Docetistas
Los Docetistas (Gr. doketói, del verbo dokéo, "parecer", "tener apariencia") fueron un grupo de gnósticos que sostenían que la primera venida de Cristo a la tierra debía explicarse sólo como una "apariencia". El docetismo enseñaba que la materia era mala, especialmente la carne; por lo tanto esta doctrina no podía aceptar la idea de que lo divino pudiera formar una unión con lo humano mientras los hombres vivieran en la carne. El docetismo negaba enteramente la humanidad de Cristo, pues consideraba que lo que se vio fue sólo una visión. Esto era directamente opuesto al ebionismo, que era eminentemente práctico y pleno de actividad. El docetismo, sutil tanto en su pensamiento como en sus métodos, fue un serio problema, incluso para los líderes cristianos del tiempo de Pablo y Juan. Pablo quizá se ocupó de algunas formas de docetismo en su Epístola a los Colosenses. Es imposible dudar de que Juan tuviera en mente al docetismo cuando escribió la exhortación a sus hermanos cristianos, para que recordaran que Jesús pudo ser tocado y palpado y que habitó entre los hombres como una realidad (1 Juan 1: 13). No importa qué otras herejías posteriores puedan incluirse dentro del término "anticristo", debe reconocerse en forma inequívoca que Juan se refiere aquí principalmente a la herejía de los Docetistas.

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